expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>
Lo más difícil es querer a alguien y ser lo suficiente valiente para dejar que te quieran.

sábado, 2 de junio de 2012

Carta a mi misma.


Buenas noches,querida yo:

Ya se que esta es mi carta número 8279 y que hace bastante tiempo que dejaste de contestarme; de todas formas, aunque parezca increíble,me relaja escribirte de vez en cuando. En el fondo, se que ya no me lees.Que siempre seras la chica triste que un dia decidio que me queria hacia reir,de tanto repetir la palabra dolor,dolor dolor dolor decidimos borrarla del diccionario alaskiense.
Supongo que dejó de importarte lo que quiero para mi y los mios y tengo que decirte,desde hace mucho tiempo,pero sigo reincidiendo pero ya no me cabe duda de que, aunque quisieras, no serías capaz de escucharme.No he parado de preguntarme si realmente te has olvidado de mi, o si alguna vez te tuve o me tuviste pequeña funumbalista.

La otra noche soñé otra vez con el reloj de la estación de tren,ese que observaba de lejos cada vez que paseabas por el centro conmigo.En el fondo, tú sabes tan bien como yo que el tiempo nos va robando una gota de vida a cada segundo que pasa, pero te pido paciencia,esa que tanto te falta.Esa que te hace mirar el móvil cada segundo,querer las cosas al momento.

Creo que a estas alturas, sin haber recibido contestación alguna, ya sólo quiero disculparme. Ya no me importa lo que pienses tú y si te hice daño, me perdono. Se que algunas veces no he hecho las cosas bien,he cometido muchos fallos,pero si he sabido aprender y perdonadme tu también deberías hacerlo.Lo he probado todo para ser quien realmente te mereces y te he intentado ofrecer cosas que una y otra vez has ido rechazando pero no pasa nada, yo no las he echado de menos porque se cuándo tengo que renunciar a algo y lo hago con la cabeza alta,porque mi felicidad pesa más,asi como sabes que deje de buscar quimeras imposibles,porque las quimeras no existen y sólo sirven para doler...asi como que decidi que alguién perfectamente imperfecto me encontraría a mi,y no me dejaría marcharme.Alguién lo suficientemente listo,no para pedirme que no me marche,sino para saber que yo no tenga necesidad de hacerlo porque le cambiaré mi sonrisa por sus mimos.

Ya se que me das la espalda y que no soy nadie para exigirte nada, sólo me gustaba verte relajada,tranquila, hermosa, azul como el mar que ya no ves desde tu ventana y rojo como el corazón de tu madre a quien tanto admiras, solar, mimosa,inocente como la princesa macarra que eres,como cuando le cuentas esos cuentos a tu hermano sólo para que se crea un astronauta sonriente,ambas sabemos que darias la vida por él...

Te escribo hoy también porque ya estoy harta de que te quedes con mi confianza y mis ganas en esos días malos en los que necesito todo,que necesito que me lo devuelvas ya, de inmediato.Es una exigencia. Quiero mis bailes debajo de la nieve y mis mañanas levantarme siempre escuchando luciernagas y mariposas, quiero mis versos, mis palabras, cada una de mis sílabas, quiero mi ímpetu, mis sueños y todos y cada uno de los puntos en los que me retuerzo de cosquillas si me tocan.No quiero que esos días malo te los quedes y no me los devuelvas o repitas esos días como rutina favorita.

Nunca pido y espero nada,lo sabes,pero esta vez haré una excepción.Por favor, lo único que te pido,es que no me hagas renunciar a otro día de vida más sonriendo por mi misma.

Atentamente yo.