expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>
Lo más difícil es querer a alguien y ser lo suficiente valiente para dejar que te quieran.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Y


Tú puedes, valiente. Entra en escena el Ladrón de palabras. Ella se mira al espejo, se queda sin ideas. En la habitación de hotel contigua un disparo a sangre fría. Escribe una pregunta en la pared y no le des respuesta. Sabe la respuesta y baila la palabra nunca entre sus pies descalzos,tiene los pies frios,pero el corazón caliente.
Suena el timbre de una puerta abierta. Cuelga el teléfono al oírte reir y abre. Conversación telefónica superflua y en el televisor la chica muerta. Duermen dándose la espalda mientras una cama gime. La misma mierda. La misma guerra.
Rota. No es el corazón sino un poco más adentro. Detrás de tus poesías donde se esconden las cosquillas en el fondo de un abrazo. La misma pregunta en rojo manchando la pared. Versos de ri
 
ma forzada clavándose bajo la piel. No hay respuesta a un enigma en espiral.
Y tu voz susurrrándome al oído que todo saldrá bien. Palabras como cuchillos. Reincidente en tus mentiras. - Tú puedes, valiente. ...La bala caliente directa al pecho, rápida sin miedo, se hunde a la izquierda de sus sueños junto a los hilos de colores de tus descosidos.
En el espejo la mirada de espanto. Su cara de niña y revólver en mano. No hay sombra en el espejo. La sombra es de los cuerpos, no de las imágenes. Ella en cambio, ya no tiene imágen. Ni sombra. Se la llevó el espanto.

Hay finales de paz, de dolor, de inercia, también de espanto.El suyo fue de espanto. Sin embargo, en los ojos del espejo no está su muerte. En los ojos de mi mismo si lo está. Es imposible desalojarla, omitirla, extraviarla.Perdió todos los sentidos.Hasta el tacto.La lluvia no le moja, el frío no le tiembla.Los relojes se paran. En el escenario prima el rojo sangre, la cama vacía y cartas sin nombre... A la mañana siguiente el blanco y negro de periódico habla de suicidio y heridas invisibles.Una risa de invierno.Te ríes del tiempo.Aunque no te des cuenta aquí tú pierdes.
Mientras alguien grita al viento: la mataste tú, la mataste tú.Pero nadie escucha esa voz. Acércate a ella y mira sus manos y su cara, entonces comprenderás que se puede morir de amor.

Se cierra el telón. Nadie comprende porque la chica perdió la imaginación. A corazón abierto,caso cerrado.Aplaude el público.

 
 
Tranquilo corazón,ya habrá alguien que nos quiera de verdad...