expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>
Lo más difícil es querer a alguien y ser lo suficiente valiente para dejar que te quieran.

domingo, 12 de agosto de 2012

120812

Una servidora, esnifaba hasta tus rítmicos parpadeos. Por no saber, yo no sabia ni que te podia besar.No vengo a convencerte. No voy a convencerte. Te robaré besos con sabor a caramelo, a vodka caramelo. Me prestarás abrazos para saciar mis ganas de arder. Mis ganas de fundirme en tu fuego, en tu cuerpo. Nos comeremos hasta el alma, nos beberemos hasta la razón.¿Te lo he dicho? Que no vengo a convencerte, porque no hará falta. Es una batalla perdida. El deseo gana. Hagas lo que hagas, gana.Antes, ahora y siempre.Y yo no vine aquí para acojonarme y rendirme a la primera de cambio. Así que:Yo ya estoy lista. Que comience la partida.


Voy a comerte la boca a cada milésima de segundo. A clavarte mis pupilas como si fueran chinchetas. Mandaré a mis labios de excursión por tus orejas susurrando palabras sin sonido. Me volveré muda, hablándote con las manos que son las que mejor se entienden. Para el reloj. Me importa una mierda la hora que sea. Si es de día o es de noche a nosotros no nos afecta. Las estrellas las veremos igual, y el calor del sol nos cocerá a fuego lento. Súbete conmigo a esa montaña rusa donde el ritmo lo marca los latidos de mi pecho.

Bajo esta máscara hay algo más que carne y hueso. Bajo esta máscara hay unos ideales y los ideales son a prueba de bala.