Yo casi siempre sonrío.Sonrío a veces hasta llorando,cuando me caigo tontamente, cuando después consigo levantarme, cuando los demás lloran.Pero no sonrío por eso que dicen que vale más una sonrisa triste o de que nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa...Mentira.Yo sonrío de verdad, porque quiero y no por hábito.Las costumbres, las acciones premeditadas, hay que tirarlas a la basura.
Sonriamos pues por nosotros mismos. Porque somos valientes y los valientes sonríen.
Sonriamos porque una sonrisa intimida, amarga, alegra, enfada.Lo puede todo y lo cambia todo.Una sonrisa mueve el mundo...