Me voy al lugar donde sólo estoy yo.
Donde los susurros tienen nombre propio,
Y los vals de Amelie lo envuelven todo,
Donde aprendes a cerrar los ojos…
Mientras respiras un poco de ilusión…
Lo necesito…
Escapada como dios manda al palacio de mis sueños.
Y no encuentro el manual de re-educación de las hadas. Y eso que lo he buscado hasta debajo de la cama.
Será que cambie mi definición de problema.