expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>
Lo más difícil es querer a alguien y ser lo suficiente valiente para dejar que te quieran.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Igualdad...

En el fondo... todos somos iguales...
Buscamos comprensión en un mundo de locura, buscamos amor en un mundo de...
Y en medio nosotros, solos tú y yo, sin saber a qué pertenecemos, en qué equipo jugamos, en qué bando luchamos... sin saber si perderemos esta guerra, sin saber si quiera si habrá tal guerra... sin saber si lucharemos por algo o si no habrá nada por lo que luchar... lo único que sabemos, como Sócrates, es que no sabemos nada... y nos perdemos en nuestra ignorancia...
En tu ignorancia y en la mía, tu en la mía, yo en la tuya, temiendo adentrarnos en la verdad...
¡La verdad os hará libres!, y eso ¿quién lo sabe a ciencia cierta? La verdad puede apresarnos, puede perseguirnos, puede culparnos por un mal que no es mal, al menos a nuestros ojos...
¿Quién quiere ver sabiendo que lo que ve es mentira?
O quizá nos engañamos y lo que vemos lo tornamos a lo soñado... lo que vemos... lo que soñamos... No es lo mismo, no suele serlo y, cuando puede serlo... huimos...
No queremos ser felices... es más fácil ser infeliz y vivir con lo que hay que admitir ser feliz y vivir con miedo de perder la felicidad... miedo...
Todo lo que nos mueve es miedo... todo lo que no nos mueve es miedo... pero miedo ¿a qué? ¿a ti? ¿a mí? ¿a la verdad? ¿a los demás? ...
Tantas preguntas...
Ninguna respuesta...